PAREJAS DE ALTO

Referirse a la disciplina pareja de alto es referirse a una actividad muy particular que, como cada una de las demás disciplinas del patinaje artístico, tiene características que le son propias. Hablando específicamente de las condiciones físicas que deben reunir dos atletas para poder desarrollar esta disciplina es beneficioso si el varón tiene una altura superior a la de la mujer y una musculatura que le permita poder manejarla con soltura y dominio, sobre todo en las elevaciones. A su vez, la mujer debe tener un peso corporal no demasiado elevado para contribuir al mismo fin. Por supuesto, que estas exigencias físicas, deben ir acompañadas del desarrollo de una técnica correcta pero es indudable que hay mayores posibilidades de formar una dupla exitosa si estos aspectos han sido tenidos en cuenta

Hay también factores psicológicos que son muy importantes y de los cuales depende el futuro de una pareja de alto: por un lado, el deseo ferviente de ambos integrantes de la pareja de luchar y entrenar para lograr los mismos objetivos, algo así como tener una meta clara y las mismas ganas de ambos patinadores de alcanzarla. Y por otra parte, el grado de confianza de la mujer en su compañero durante las elevaciones.

Esta es una pieza fundamental para realizar esta actividad porque, en el aire, la integridad física de la mujer está en manos de su compañero. Suena drástico, pero es real. Quienes han tenido la oportunidad de ver esta disciplina saben que debido al riesgo físico que algunas dificultades técnicas acarrean, no es exagerada esta reflexión.

Según nuestro criterio, es una actividad muy completa y compleja porque además de exigir la realización de saltos y trompos individuales, lo que es privativo de la especialidad libre, también requiere el cumplimiento de dificultades específicas de esta disciplina. A saber: elevaciones, trompos de contacto, saltos arrojados y asistidos y espirales en distintos filos. Aquí es cuando el desarrollo de una técnica correcta es clave para evitar el riesgo de lesiones físicas graves que perjudiquen a ambos integrantes de la pareja. Por último, no hay que olvidarse que, todas estas dificultades individuales y en pareja deben ejecutarse dentro de un marco coreográfico acorde a los deportistas y a sus posibilidades de expresión. Esta difícil conjunción entre lo técnico y lo artístico hacen de esta disciplina en particular y del patinaje artístico en general una actividad maravillosa, sorprendente y asombrosa.

Esta ha sido una primera aproximación de lo que juzgamos aspectos principales y fundamentales de esta disciplina. A partir de próximos encuentros podremos ir profundizando cada una de estas cuestiones y brindando a los lectores, reflexiones y conocimientos que, humildemente, nos gustaría compartir para beneficio del patinaje artístico de nuestro país y como una manera de colaborar con quienes se decidan a realizar esta maravillosa disciplina.


Texto: revista PatinOnline